UNA APUESTA POR LA DIVERSIDAD Y EL RESPETO A LA DIFERENCIA
LA NIÑA DE LOS DEDOS MÁGICOS
Un buen día, sin esperar nada y sin ni mucho menos haberlo imaginado, apareció en clase una niña....distinta. Esta niña tenía la piel muy morena, largo pelo rizado, un lenguaje un tanto extraño, una postura distinta al caminar, al sentarse...pero lo más diferente que tenia eran sus ojos, ¿ qué le ocurría a esa niña en sus ojos? Tenía la mirada perdida y movía las manos en varias direcciones como si quisiera coger todo lo que había a su paso.
Yo llevaba en la clase de la seño de apoyo ya bastante tiempo porque era bastante nervioso y me distraía con frecuencia, pero nunca había visto en la clase a una niña tan distinta, seguro que era de otro país, pensé yo.
No suelo fijarme mucho en los otros niños que hay a mi alrededor, creo que por que no me interesan mucho y la seño insiste todos los días en que los salude, les de los buenos días, juegue con ellos e incluso que les hable.
Pero esa niña llamó mi atención como nunca nadie lo había hecho cuando comenzó a mover sus dedos sobre un papel blanco con puntitos, miles y miles de puntitos.
La niña estaba leyendo, mientras movía sus dedos sobre el papel pero no miraba hacia el.
Le pregunte a la seño que me explicara que era lo que hacia aquella niña y la seño me explicó que mi nueva compañera, que había venido de un país diferente al nuestro, no podía ver y utilizaba sus dedos mágicos para leer, porque su vista no funcionaba muy bien del todo, pero sus dedos, esos dedos maravillosos que tenía, hacían que ella pudiera leer igual que el resto de niños y niñas del cole.
Yo no me podía creer eso que me dijo la seño, hasta que un buen día que celebrabamos en el cole un recital de poesía vi con mis propios ojos inquietos, como mi compañera de dedos mágicos recitaba un poema ante todo su asombrado público.
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